viernes, 28 de agosto de 2009

EL IMPUESTO WINDOWS


Con la inminente llegada de Windows 7 al mercado, se está empezando a retomar el asunto de que los ordenadores de los grandes fabricantes incluyan el sistema operativo de forma obligatoria. Cuando se compra un ordenador, por ejemplo de Acer, HP o Sony, siempre incluyen un sistema operativo de Windows. En el caso de Acer, hay netbooks que incluyen Linux y, paradójicamente, no los puedes comprar en España.

El denominado “impuesto Windows” es el importe del sistema operativo que se paga al comprar el ordenador y que no es posible pedir que te lo reintegren. Así lo dice una sentencia del año 2008 que se puede consultar aquí. Hay una página en España http://devolucion.org/ que profundiza bastante en el tema, aunque no de una forma totalmente imparcial.

Si bien es cierto que la legislación Española es de las que no permite separar el sistema operativo del ordenador y que esto sí ocurre en muchos países europeos, también es cierto que el sistema judicial español no es precisamente el más avanzado tecnológicamente, ni nuestros jueces lo más formados. A la jueza que dictó la sentencia le serviría de ejemplo la compra de una caja de herramientas con múltiples llaves, martillo, alicate, tenazas, etc. Si el cliente compra la caja de herramientas pero no quiere el martillo porque ya tiene uno, no le descuentan el precio del mismo y se lo retiran, se considera que la caja más todas las herramientas son un único artículo. Si no quieres el martillo, o te llevas todo o no te llevas nada, es lo que viene a decir que le ofrecieron al cliente cuando compró el ordenador.

La cuestión es que para que un hardware (ordenador) funcione, necesita un sistema operativo que lo arranque por narices (Windows, Linux, etc.), pero ¿Debe ser obligatorio venderlos en conjunto? ¿Por qué los grandes fabricantes de hardware no venden sus ordenadores sin sistema operativo como por ejemplo hace MEGASTAR? Si compras un ordenador en MEGASTAR de los que fabricamos nosotros, no te obligamos a comprar el sistema operativo. Y así lo hacen todas las pequeñas empresas de informática de España. Los grandes fabricantes nos llaman “integradores locales”.

Pues por la pasta, por qué va a ser. A los grandes fabricantes, si incluyen el sistema operativo Windows, en sus diversas versiones, en todos sus ordenadores personales, lo pagan a Microsoft a un precio muy bajo. Se dice que un sistema operativo que a un integrador local le cuesta 100 euros, a un grande le sale a 50 euros. Y que los sistemas operativos más baratos, el que sale a un integrador local en 60 euros, se lo dejan en 25 euros. No es por competencia desleal, no, es un descuento por grandes cantidades.

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